sábado, 11 de febrero de 2023

Meme ramas filosofía




 

¿Está el alma humana en el cerebro?

 Desde hace mucho tiempo los grandes filósofos se han preguntado que somos, de qué estamos hechos y cuál es el fundamento de la existencia.

Esto es lo que pretende resolver el problema cuerpo-alma (mente).


Existen varios tipos de corrientes. Entre ellos está el cristianismo, que defiende que el alma es creada por Dios y que esta nunca muere, si no que es juzgada para ir al cielo o al infierno. Por otro lado, existe el dualismo que consiste en la superioridad del alma ante el cuerpo apoyada por Platón. Aristóteles pensaba parecido en cuanto al alma, pero lo transformó y creó el hilemorfismo (materia-forma). Por el contrario, el monismo considera que el ser humano es una única realidad con base material, negando la existencia de la mente como una entidad distinta del cerebro-cuerpo. Para mi, la teoría más acertada es el monismo. Al basarme en una base científica, la existencia de Dios junto al cristianismo no tiene argumentos lógicos. De igual manera, el dualismo al afirmar que las mentes (espíritus, almas) son entes que responden a otras leyes distintas de las naturales,que a su vez le da sustento a la idea religiosa, no me parece una buena argumentación tampoco.


Eso es por lo que prefiero el monismo, porque entiende que la mente-conciencia debe ser explicada y ajustarse en sus capacidades a las mismas leyes que explican el resto de la vida orgánica. Siendo la ciencia la base de mi argumentación, se hizo un estudio hace más de 30 años en el cual se han implementado intervenciones psicológicas de enfermedades psiquiátricas crónicas que, a través de aportar una perspectiva médica-monista, han demostrado ser enormemente eficaces en generar un mejor control de estas enfermedades. Más concretamente estoy de acuerdo con el emergentismo porque el cerebro no es lo mismo que mente. Por ejemplo los animales tienen cerebro pero no son iguales que nosotros porque no tienen conciencia


En resumen, creo que la mejor explicación para el  problema cuerpo-alma (mente) es el monismo emergentista porque somos como somos por un factor biológico el cual nos permite razonar.


La inmoralidad de las guerras

Todas las guerras son inmorales en sus consecuencias. Víctimas humanas (muertos, heridos, mutilados…), devastación económica y material, injusticias o abusos constituyen un precio siempre demasiado alto. Por ello, históricamente, la humanidad ha intentado mecanismos para evitarlas. Actualmente, el ejemplo más reciente es la agresión injustificada e ilegal a Ucrania por parte de Rusia. Cualquier posibilidad de intervención de la ONU es denegada por Moscú. Aquí es donde se ve el concepto de agresión. Y, por lo tanto, la defensa de Ucrania. En la invasión, el claro agresor es Rusia.

Toda guerra necesita soldados. No son sólo los ucranianos. Los rusos que están contra la guerra se han arriesgado a penas de cárcel y a la violencia policial. Sin embargo sigue habiendo gente a favor de Ucrania en Bielorrusia, la gente ha saboteado las líneas de ferrocarril que se utilizan para enviar el material de guerra ruso a Ucrania. Además, en Polonia la población ha instalado puntos de socorro al otro lado de la frontera, ha acogido a los refugiados en sus casas y ha montado cocinas comunitarias. Voluntarios de muchos países han ido a Ucrania para unirse al ejército.

Creo firmemente que ningún ruso ni ucraniano ni ninguna persona debería de tener la obligación moral de alistarse en una guerra. Ninguno de ellos ha elegido estar en esa situación. No obstante, es totalmente comprensible que muchos de ellos quieran ayudar a su propio país o proteger a su familia, y no hay nada de malo. Aunque se vea peor un ruso en el ejército que un ucraniano, la mayoría de ellos no quieren ir a la guerra ni matar gente inocente, pero aun así los obligan.


En conclusión, pienso que nadie debería de estar obligado a participar en una guerra puesto que las guerras son inmorales de por sí. 


FOTO FILOSÓFICA 🌼